Con este “Ave María” de Schubert, un gran clásico en las bodas
religiosas, quiero dar las gracias a mi buen amigo Juan José Gómez, brillante
diseñador gráfico, por recopilar estos
bellos cuadros de María haciéndome este gran regalo.
A Juan Gallego, antiguo compañero de clase y
gran tenor que nos ofreció su
maravilloso estudio de grabación, a Natasha Chyruchyk que me acompañó no sólo con la música sino con su amistad y en especial a la madre
María por la protección y amor incondicional que recibo de ella.
¡Muchas gracias a todos!